2ª Pregunta de «El Desafío de los 30 Días».

2 – ¿Cuál ha sido tu mejor sesión? ¿Por qué?

Según tengo entendido, son varias las partidas que tanto mis jugadores como yo mismo, creemos que son las mejores sesiones roleras que he podido tener.

Lo cierto y verdad, es que casi todas ellas han sido conmigo de Master, ya que como jugador, por una cosa o por otra, nunca he tenido lo que se suele decir, mucha suerte con los dados.

Una de las partidas que guardo con el mejor de los recuerdos, es una que realicé a mi grupo habitual en Sensei Comics, en los inicios del club de rol La Puerta Negra. Estaba dirigiendo una partida de El Capitán Alatriste de cosecha propia. Sin duda, fue una partida divertidísima y con un montón de guiños tanto a la historia de la ciudad de Sevilla (donde se desarrollaba la acción) como a muchos de los personajes. Entre los jugadores había un cómico/actor, un espadachín a lo Iñigo Montoya y un noble.

La historia, en resumidas cuentas, trataba sobre la visita del Rey Felipe IV a Sevilla y los jugadores tenía que hacer de escolta a un par de nobles que querían disfrutar de la noche sevillana: Comer, jugar, beber y darle al vicio de la buena compañía. Lo que los jugadores no se esperaban, era que uno de esos Nobles Acompañantes, fuera poco menos que el Rey Felipe IV y uno de sus sirvientes de máxima confianza.

Como sabía lo que tenía que suceder, dejé varias posibles salidas y varias opciones en el caso de que se torcieran los acontecimientos o que los jugadores quisieran salir echando chispas (cosa que finalmente sucedió), ya que el supuesto «Rey» (que en realidad no lo era), murió en los brazos de éstos y quisieron largarse de allí tan rápido como pudieron. Al final, acabaron enrolándose en un navío de nombre inglés «The Wicked Wench» (La Traviesa Lozana), que resultó siendo un navío capitaneado por el infame pirata Jack Sparrow (para aquellos que no lo sepan, el nombre original de la Perla Negra era Wicked Wench).

Esa partida tuvo de todo y fue muy divertida, a pesar del final.

Otra de las aventuras de las que más orgulloso estoy sin duda es de una que dirigí hace relativamente poco, usando parte de la ambientación de Walküre, con muchos retoques míos (como incluir buena parte del mundo Marvel), metiendo muchísimo ocultismo y utilizando el sistema D20 Moderno.

La aventura se desarrollaba en una estación Espacial más allá de Marte. Los jugadores eran soldados del ejército americano y tripulantes de una nave espacial de exploración. Localizaron una señal de radio y descubrieron que provenía de una gigantesca estación espacial Nazi. Una vez dentro, descubren que la base se encuentra completamente vacía, pero todas las paredes y el suelo están salpicados de sangre. Los jugadores forman un equipo de exploración y se dedican a recorrer una parte de la nave. Mientras exploran otros niveles, la nave en la que ellos venían hace explosión y los deja allí abandonados.

Creyeron que los pondría a luchar contra algo así…

Descubren que hay robots por todo el complejo, mal vestidos con las pieles arrancadas de los pobres desgraciados que no lograron escapar de la estación cuando ésta fue «tomada», y tienen que sobrevivir a los asaltos de estas máquinas sin almas y con unas directivas muy concretas: no dejar supervivientes en la nave. Descubren que la nave es en realidad de los Aliados, pero que se hace pasar por nazi, debido a los experimentos que se han realizado en ella (mutación, clonación, tecnorreparaciones en humanos, genética avanzada…), cosas que están prohibidas y que, de saberse, acarrearía graves consecuencias.

…pero era algo más parecido a ésto (con carne humana ensangrentada y esas cosas gores)

Finalmente descubren que la IA que se estaba desarrollando en el complejo se había vuelto loca y tomó el mando de toda la Estación y de las máquinas que había allí dentro (algo así como Skynet). No fue una partida divertida, más bien un tanto estresante, pero el resultado fue inmejorable. Los jugadores quedaron contentos y yo muy satisfecho.

La nave de los jugadores es la chiquitita de la esquina inferior derecha… no está a escala, pero casi.